El gobierno japonés considera excesiva la penetración de Microsoft
en el país (donde Microsoft controla el 78% de los servidores, frente a
un 14% que corren bajo Linux) y le preocupa disponer de menos libertad
en el desarrollo de sistemas. Para combatir esta situación, el próximo
mes de julio comenzarán a aplicarse las medidas dictadas por el
gobierno nipón para promover el uso de sistemas operativos Open Source
en las agencias oficiales.
El presupuesto del gobierno japonés para tecnologías de la
información sólo para el presente año está entre los 10.000 y los
17.000 millones de dólares, por lo que rápidamente se ha gestado un
consorcio de empresas dirigido a implantar sistemas basados en Linux en
Japón. En la actualidad ya forman parte de ese consorcio IBM, NEC y
Oracle, y se espera que no tarden en sumarse Hitachi, HP y Dell…
Tomado de Kriptopolis.